No se en qué tono escribir. Si sonar depresiva, victima, o irónica. Lo cierto es que no hay nada más triste que comer pizza fría una noche de domingo – acompañada con un vaso de agua- y la triste noticia de que no vendrás, ni irás conmigo al concierto como habías prometido. A pesar de que no sea tu culpa ni tu más remota ni retorcida intención. Es triste. Sabes que hace un mes o más vengo planeando lo del concierto (sin agregar las desilusiones pasadas de no poder asistir a los previos).
Ahora tendré que ir sola. Sortearé la entrada, la venderé o la tiraré al camino. Y no será lo mismo ir sin ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario